miércoles, 13 de abril de 2011

¡Ansiado por pocos y temido por todos!

La oratoria siempre fue tan temido por figuras importantes a lo largo de la historia (yo no voy a ser la excepción al caso). Para ser sincero el hecho de pararme al frente y comenzar un discurso siempre me ha resultado difícil asimilarlo, la tensión es tal que he pasado mentalizando obsesivamente, desde como estructurar de manera interesante mi tema y que definiciones aprendérmelas de memoria, hasta elegir que ropa usar (está ultima no de manera obsesiva).

Como todos sabíamos al momento de anotarnos a COE, en algún momento de la cursada deberíamos pararnos al frente y deslumbrar a todos con nuestro discurso. El problema está en ¿qué hablar?, siempre siento angustia hasta elegir un buen tema y conocerlo profundamente, luego como que la angustia se va por el lado que vino y de pronto me veo emocionado con los preparativos de mi gran presentación (espero que esta vez tampoco sea la excepción al caso).


Entonces, llegada la hora de preparar nuestra presentación, unos cuantos consejos en la clase de esta semana no vendrían nada mal. Ya no recuerdo si llegue tarde, directamente me involucré en el tema. Una vez más comprobé que el miedo a la oratoria no es cosa mía solamente, hasta hay un término científico con el cual relacionarlo. Diestres, Ansiedad y preocupación que aparece en respuesta a una amenaza. Entre los síntomas del Diestres tenemos la falta de saliva (paso), temblor de las piernas (paso), temblor de las manos (paso), tartamudez (… ja ja ja) y aumento de latidos cardiacos, normalmente me considero víctima de este.


Ahora, ¿de dónde proviene mi miedo a la oratoria?

Debatiendo entre mis dos yo:

- Considero que en mi caso viene de la creencia de que el auditorio mostrará actitud negativa.

- Esteban, ni siquiera conoces bien al auditorio, así que deja de poner prejuicios a la gente.

- Los conozco todos te miran hasta el último cabello de la cabeza. Además tengo miedo a no saber lo suficiente acerca del tema de la presentación.

- ¡Nadie nace sabiéndolo todo!, trata de buscar algunos datos interesantes del tema y quizá encuentres más confianza en cuanto a conocimiento.

- Espero que no me pregunten demasiado, o al menos que no me pregunten algo que desconozca.


Es así, en mi cabeza comienza un duro debate sobre cómo debo prepararme es ahí cuando entran los consejos obtenidos en clase.

• Elegir un tema fácil de exponer (fácil para mí)

• Preparar el discurso

• Distenderse

• Mentalizar positivamente, postura erguida

• No mezclarse con el público

• Revivir momento de seguridad

• Evitar estimulantes


Y, retomando las palabra de Alberto y publicadas en la primera entrada del blog, no pretender gustarle a todos. La parte corporal es muy importante al momento de pararse frente al auditorio. Costumbres que conozco pero rara vez las uso de manera consciente.
• No manos en la cintura, ni detrás, ni cruzadas (atrás o adelante), ni en los bolsillos. (¿Qué hago con mis manos entonces?)
• Las manos deben fluir con movimientos acordes al discurso.

• Si la presentación es de pie, los hombros deberán estar hacia atrás y el cuello alargado.


Sobre todo hay que ser natural, pero no solamente para dar un discurso, sino siempre.


Transcurrida la primera parte de la clase, la segunda (más divertida) comenzó. La tarea era analizar los aspectos de unas muy buenas presentaciones de oradores en películas proyectadas con anticipación.

Con mi compañera, Natalia, tratamos de responder de manera crítica los puntos a tomar en cuenta.

Hasta que por fin, lo dicho, lo temido por todos había llegado. Nuestra primera presentación de seis minutos es la próxima semana. El tema a elección (aquí es la parte en la que me toca decir ¿de qué hablo?)

En fin, tengo una larga semana llena de obsesión, sin olvidar que nos espera un buen trabajo práctico en el feriado. Espero preparar una buena presentación.

¡Suerte a todos!

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